Glorieta de Bécquer


Hay lugares, que nos embargan de sensaciones, que quizás  no siempre tengan explicaciones.
Quizás también sea, por que están hechos para sentirlos, sin querer y sin pensarlo.
Hay sitios que te envuelven en una magia, pero sobre todo este te envuelve en el amor.
Ya que así fue pensando, y realizado, pero sobre todo logrado.
Hablo de la glorieta de Bécquer, como así la llamamos cariñosamente los sevillanos,
La Glorieta de Bécquer, ubicada en el Parque de María Luisa de Sevilla, es de forma circular, en su centro se encuentra un impresionante árbol que cubre y da sombra a todo el recinto. Alrededor del árbol se sitúa un monumento en mármol dedicado al poeta romántico Gustavo Adolfo Becquer. Es una de las glorietas más famosas del parque por su particular belleza y composición.
Por iniciativa de los hermanos Álvarez Quintero (sus principales financieros) y proyectada en 1910 por el escultor Lorenzo Coullaut Valera, fue inaugurada el 9 de diciembre de 1911.
En el centro de la glorieta y rodeando el árbol se encuentra el monumento que se compone de un busto en alto pedestal (basado en el retrato realizado por su hermano Valeriano) con fecha de nacimiento y fallecimiento de Bécquer y tres figuras femeninas sedentes en un banco (realizadas de una sola pieza de mármol) mostrándose como el “amor ilusionado”, el “amor poseído” y el “amor perdido”, que representan la rima “El amor que pasa”, compuesta por él mismo. Además hay dos figuras en bronce que representan el “amor herido” (figura yacente), y la otra es de un joven Cupido o amorcillo como “el amor que hiere”. Todo sobre una base poligonal.
La glorieta original poseía también anaqueles donde se podían consultar obras del famoso poeta envuelto por el romanticismo que rodea el lugar. A día de hoy todavía hay enamorados que depositan ramos de flores en honor a tan bello sentimiento como es el “amor”.
Yo que no hace mucho fui de nuevo a pasear al parque, como parada obligatoria, ya que suelo hacerla, y esta vez , fue para enseñársela y contarle la historia a la chica francesa que tuve en casa por días, en una parada de charla, ese día fue algo diferente, ya que sentado allí había un señor mayor acompañado de una señora algo mas joven, al verme explicarle a la chica, llamo mi atención y me pregunto si había leído a Bécquer.
Claro señor que lo he leído, una sonrisa se dibujo en su cara.
A mi el señor también me llamo la atención, ya que para mi debe  ser tan poeta, como bohemio, de estas personas que la vida les da una solera, una riqueza, que quisiera yo.
Al sentarme un rato allí a empaparme del entorno, de lo que allí se siente, sin poder evitar mirar aquel señor, que me trasmitía paz y mas amor si cabe a las letras, una pareja de enamorados llegó allí, se sentaron en un banco frente  al mio, y el sin parar de besarla, saco una rosa roja que tenia guardada, y se la dio a la chica.
(Aun queda ápices de romanticismo, en este mundo cada vez mas vació)
Fue tan preciosa esa tarde, que bien merecía este post, por lo que viví, y por esa glorieta tiene la máxima esencia de lo que es el AMOR.
Inma_luna

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