Luna XIII.

Desperté con la idea, del sueño que tuve, y pensar en hacer un sueño realidad me sobresalta, bajé al bar con la idea de hablar con Aakil, y mientras esperaba verlo, pedí un chai (te negro especiado que se suele tomar con leche).
Eran mas de la cinco de la tarde, y el chico estaba reventado de cargar maletas, hacer recados, limpiar la entrada del hotel, patios etc.
Al verme sonrió, y a mi me gustaba su blanca sonrisa en aquella oscura piel, inclino la cabeza con su tipico namaste, y yo sin devolverle el saludo, le dije que quería contratarlo de guia.
Ese fue el pensamiento con el que me desperté, pensé que tomándolo como guia, yo estaba mas segura, de saber por donde iba y que ningún otro me engañara, el tiempo ya me apremiaba.
Su sorpresa y alegría invadía aquel rinconcito donde estábamos, no me preguntó cuanto tiempo, ni cuanto dinero, solo agradecía, yo si que le pregunté, ¿acaso no preguntas cuanto dinero te  voy a pagar?.
-No, nó te lo preguntaré, trabajare para tí, yo no protestaré.
-Pero Aakil, tienes que aprender, a saber que quien trabaja, debe cobrar un sueldo al menos digno.
-No pregunto, tu eres la muchacha justa.
-No me conoces chico, no sabes si lo soy o nó.
- No hace falta conocerla señorita, lo sé.
El idioma era un obstáculo, y lo sabia, pero entre aquel chico y yo, no era tal problema.
Le di una lista de los sitios que quería ir, y el sin yo saberlo, apunto en su cabeza. lo que sabia que me iba a interesar.
Pero lo primero quería alquilar una pequeña casita, para que el pudiera dormir, y emprendiéramos las largas rutas tempranas, antes que saliera aquel abrasador sol, se llenara todo de gentío y con ello el polvo que se te pegaba en la piel, como una capa mas.
Encontramos una casita cercana al mar, el regateó el precio, y con lo que nos ahorramos compre pintura y sabanas, limpiamos aquella casa, que pareció nueva después de tanta mugre y polvo.
Le pedí que buscara una moto en la que movernos, y la encontró a buen precio, había que ver a ese chico conduciendo la moto, y llevándome por sitios que eran una maravilla, tanto como cuando llegábamos extenuados y nos sentábamos en el porche a comer, mirando las estrellas con el sonido del mar.
De vez en cuando, le insistía con la pregunta, de que si no me iba a preguntar, cuanto le iba a pagar, y el siempre hacia el mismo gesto, como apartando moscas imaginarias, y sin ningún interés por el saber.
Había días, que los dedicaba a escribir, recopilar mas información, el me traducía todo lo que íbamos preguntando a las gentes del pueblo, sobre Ghandi, lo que fué lo que significó, y lo que es para ellos.
Casi todas las casas tenían una imagen del líder, casi mas grande que cualquier retrato familiar, y al hablar de él, se sentía en el aire paz, y una sensacion de bienestar, que es muy difícil explicar, muchos al recordarlo lloraban y abrazaban su foto, otros con cierto orgullo pronunciaban Mathma, mirando al cielo.
Todo aquello que sentía, a pesar de no entender, que decían, lo iba escribiendo en aquel cuaderno, que iba gastando y gastando y plasmando, sin a penas darme cuenta, sentarme a escribir en aquella mesa, a veces de noche con una lamparita de butano, ya que existían demasiados cortes eléctricos, es un recuerdo que jamas olvidaré.
Aunque llevaba un ordenador portátil,  pocas veces lo usaba, me llenaba mas escribir a la vieja usanza, era Aakil, quien, se pasaba horas de su descanso con el, intentando traducir a su idioma las teclas.
De las pocas veces que había conexion a internet, un día sin esperarlo, recibí un correo, que me sobresaltó, no conocía su destinataria, pero lo abrí.
Era una chica que me escribía, por que estaba muy mal sentimentalmente, y buscaba en mi alguna clase de apoyo, no entendía como dio con mi correo, ni por que me decía aquellas cosas,  hasta que me dijo que fue la amante de mi novio por largos años, mientras mantenía la relación conmigo.
Ella sabia de mi existencia y detalles intimos, que no debería saber, al contrario de ella, yo, no sabia, lo de su relación con mi ex, estaba claro yo era la engañada, la vejada, hasta me sentía ultrajada, según iba leyendo todo aquello que me contaba, toda aquella paz que sentía hacia días, y que me hizo olvidar el dolor del desamor, el destino me volvió a dar una tremenda bofetada, con lo que me estaba contando.
Es difícil digerir, un engaño de quien amabas, es difícil tragar lágrimas sin ahogarte, de toda la traición, pero lo mas difícil fue saber, que todas mis cosas, mis intimidades, mis penas y alegrías las sabia la amante de mi ex pareja, y el dolor de sopetón me trajo tanto amargor, que solo quería morir.
Continuara...

4 comentarios:

Inma_Luna dijo...

peper-g dijo:
Eso es escribir y no la mierda que yo hago, esto es hacer una novela y no las que me copio.
Eres la mejor, y yo un pobre loco que ya me he dado hasta al alcohol, si lo admito soy un borracho, y me da tanta pena ponerte comentarios que se que no lees , que lo siguiente sera echarme a las drogas.
No se vivir sin ti, sin leerte, no se tirar para adelante si mirar tus cosas, por eso entro trecientas mil veces atu blog.

Inma_Luna dijo...

Si tu mismo te llamas borracho...que puedo decir yo.

Inma_Luna dijo...

peper-g dijo:
Como puedo decirte que lo dejaría todo, por tí.
Se que soy muy hijode put..., pero soy asi.

Inma_Luna dijo...

pasapalabra...