ASHAALI (CAPITULO VEINTICINCO).


A veces no hay palabras para expresar, la alegría que sintió Kanira al abrir la desvencijada puerta y ver tras ella a su ayee. Fue una sensacion tan inmensa que de gozo no cabía.

El abrazo fue tan fuerte que los demás que estaban alrededor, sintieron el cobijo y el calor, que solo un abrazo, verdadero puede dar.

-Por mis dioses mas sagrados, en que bella mujer te has convertido hija mía.

-Si madre, usted se ve bien, que satifasccion siento en mi corazón de verla.

-De jame que me deleite, niña de jame verte y al detener la mirada en su vientre, dijo...

-Por que rayos, consuegra no me has dicho que voy a ser abuela, que mi hija esta embarazada...

A lo que la vieja contesto:

-Por que debes saber ciertas cosas, y escuchar una historia real y por desgracia de padecimientos.

Pero no solo para ello, te traje aquí, mi querida consuegra, es evidente que tu muchacha, sera madre, perro no es mi hijo el padre, de la criatura que gesta.

-¿ Que estoy oyendo? ¿Que ha pasado estos años?, era tu responsabilidad velar por mi hija...

-De jame a mi madre, dijo, Fulki..

-Quiero ayudarte a que todo sea mas fácil para todos, ya que yo también, tengo que dar explicaciones y pedir mil perdones, soy tan culpable como tu, de las malas acciones.

-Hijo, consiente, que sea yo la primera quien empiece.

-Consuegra, como sabes no he cumplido mucho en mi vida, para con nada que no fuera interés mio, desde que enviude, he tirado sola del carro y me creí autosuficiente, nada que me dijeran, o aconsejaran, me importaba.

Por ello, lo que me decían , por un oído me entraba, y por el otro me salia.

Cuando acordamos el matrimonio de nuestros hijos, me comprometi a visitarte todo lo que pudiéramos, ya que mi situación, era mas libiana, que la tuya, pero de sobra sabes que nunca recibisteis presencia nuestra alguna.

Una vez en casa solo mire por mi comodidad y la de mi hijos, y tratando a tu hija, como han hecho con nosotras nuestras respectivas familias políticas, es decir sin pudor y con abuso de poder.

En un momento de ira, y en el que tuve que dar todo de mi, ante la mala racha económica de mi hijo, los eche de casa, sin pensar, nada mas por egoísmo, en el estado mas puro.

La pobre ayee de Kanira, se sentía mareada, al enterarse de dicha pena.

Mientras tanto Kanira al recodar, lágrimas le corrían como la corriente de un rió.

-Intente darle un cobijo y saciar su hambre, decía Fulki, pero no era tan fácil y si mi madre fue egoísta, yo fui un cobarde,abandone a la muchacha vilmente.

Rezaba por que alguien la recogiera, por que volviera tu casa susabai, sentia en mi interior que de algún modo, saldría para adelante sin mi y estaría mejor que al lado de un pobre fracasado.

Solo se que me fui, para no mirar atrás y eso creía, pero no ha habido dia y mucho menos noches, que mi conciencia no estuviera ahì, para castigarme.

No había consuelo para la pobre madre de Kanira, al imaginar sola y desvalida a su hija, que caso creyendo un mejor futuro que en su casa.

-Te ruego, consuegra que calmes, por que creo tener la solución a tanto daño.

Descansemos del viaje, de las emociones y de las penas.

Mañana cuando amanezca, no sera un día mas en nuestras vidas, sino una nueva luz del sol para el bien.

Continuara...


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