ASHAALI (CAPITULO NUEVE)



Pasaban el tiempo y la niña crecía, como crecía sus conocimientos en flores.
Hizo una buena clientela a pesar de tanta gente pobre, pero para las ofrendas a sus dioses, las flores, formaban la mayor, parte entre otras cosas.

Kanira invento con ellas unos adornos para las abundantes y preciosas cabelleras de las mujeres
hindúes, hasta mujeres de castas superiores se las encargaban.
Aprendió, a combinarlas con colores, para acertar en sus vistosas indumentarias.
En su propio pelo mostraba la novedad del día y las gentes aunque no le compraran se pasaban a
verlas, no tardo con su alegría, chispa y pasión hacerse un hueco, de color por muy oscuro que fuera su rincón.
Arundhati no solo disfrutaba de las charlas con sus clientes y amistades que pasaban por allí, si no también con ver a Kanira crecer y disfrutar la vida, que ella no pudo, todo lo que hacia Kanira lo vivía como si fuera ella misma.

Tanto prospero el negocio que hasta los templos le hacían sus encargos.Tubo la idea de poner un
pequeñito puesto, en la puerta de uno que era muy concurrido, y para ello contrato a una niña con la que sentía que ayudaba, como la ayudaron a ella.
Florecían todas clases de semillas, con sumo cuidado a su alrededor, como florecía la belleza de ella.
No le faltaban ni piropos ni toda clases de pretendientes.
Todo llega en la vida, tanto bueno como malo, y en su vida los vientos de la prosperidad se le
instalaron,para saber que es la felicidad.
Se sorprendía, cuando al arreglarse ponía especial empeño, día tras día inventaba un exclusivo
adorno.No sabia que era esa necesidad que sentía desde que preparaba el desayuno y terminaba sus quehaceres, para ponerse bonita.


Solo sabia que cuando Sabal un apuesto chico se acercaba a su negocio, su corazón se apresuraba, sentía fuertes latidos nunca sentidos, y su pulso se volvía tímido y torpe, intentaba que no se le notase, pero sus dedos nerviosos la delataban y ni trenzar podía.


Cuando Sabal sonreía, experimentaba como una corriente, arrastraba todo sus sentidos, y se notaba como un barco a la deriva, sin importarle el destino, o tener miedo, el miedo lo fue dejando atrás en su vida. Solo su mirada le resultaba tan dulce, como el dulce que probo por primera vez y nunca olvido.

Apreciaba esas mariposas en el estomago, y pensaba que de tanto tratar con flores, se le colaron, cierto día, el bello muchacho se ofreció para acompañarla, y aunque ella lo deseara, declino la invitacion.

Al llegar a casa, Arundhati le dijo...,Kanira no quiero volver a ver esa mirada, escondida de lo que sientes.

Kanira algo tímida, por que hacia lo posible por guardar esa sensacion, creía que era una cosa fuera de lo común y no para ella, una pobre chica pueblerina sin derechos.

Le contó, que le pasaban cosas que solo le pasaban, solo cuando el la rondaba.

La anciana sonrió, y dijo ay mi amada muchacha, eso que sientes es AMOR.

El AMOR, es una semilla, como las que tu cuidas, que nacemos con ella.A veces, florece bella y nos hace sentir la plena felicidad, otras veces nos nace, pero necesita algo fuerte para agarrarse y para ello , necesita de otra persona que a veces no corresponde, no la riega, se siente desgraciada mientras sobrevive y termina marchitandose.

A ti, esa semilla te esta brotando, pura y fuerte, y se te va notando en esa mirada de bondadosa muchacha. Vas reflejando una luz especial, y te nacen hondo suspiros, y tienes un calor diferente en el corazón, por mucho frió, o desesperaciones que se te pongan por delante.

Si es así, el ALMA, se siente plena como la Luna llena de verano, para el ALMA, nutrirse de AMOR, es el mejor aliciente para hacerte sentir, y si sientes así, hay que obedecer a los sentimientos.

Arundhati, le contó que ella se enamoro, cuando, fue joven, pero ella tenia la obligacion de cuidar a sus padres, y no podía tener el privilegio de vivir su amor, decía que su corazón solo fue feliz y pleno , cuando el la rondaba, hubo un día que un beso el , le robo, y en sus labios nunca algo mejor, que ese sabor, que nunca olvido.

No tubo la paciencia, que debía tener, para conseguir estar con Arundhati, su juventud le podía, y un día se fue para no volver, y ella supo lo que era esa semilla desgraciada que murió.

SI TU ALMA VUELA... SIGUELAA, A TU PUERTA LLAMO EL AMOR.

Continuara...

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