No solo el sol, da alegría a un rincón, sino la dicha de una persona, puede iluminar, hasta a la sombra.
La buscaban de muchos sitios, para consejos florales de todo tipo.
De lejos llego, una mujer aconsejada por amigas, era la boda de su hija, y lo mejor existía en aquel rincón.
Al llegar donde Kanira, su estupor era tan evidente, como la rabia que le recorría.
Reconoció a la muchacha, tratándola como lo peor, le exigió, lo mejor para su hija, y daba por zanjado, que de hablar de precio, ni se le ocurriera.
A lo que Kanira contesto:
-Usted, me hecho de casa, siendo una niña, después de haber cumplido, todo lo que me pedía.
Pero eso paso, su hijo me abandono.Y de precio, es evidente que hablaremos, es mas , hasta me pagara por adelantado, sabe que soy la mejor y si lo quiere, tendrá que pagar.
Por mucho, que crea pagarme, o piense que le he subido el precio, no compensara toda la deuda moral, que me debe Señora.
A lo que ella contesto:
-Estas casada con mi hijo, aunque no estés con el, puedo decir que te dejo a mi cargo.
Si no quieres, que la gente sepa lo que eres, mirate, estas preñada, señal que eres una ramera.
-Señora he luchado y me he levantado, desde la nada, soy feliz, y si usted, no lo ha sido, ni parece que vaya a serlo nunca, dejenos en paz a los que si lo somos.Dijo Kanira.
Arundhati que iba llegando, al ver el atercado apresuro sus pasos, para ver a la muchacha en tal estado.A lo que dijo:
-Señora ¿ que es lo que quiere?,¿flores? ¿sin pagar? , bien llevese las que quieras.Prefiero regalar flores, a personas que hacen daño, sin reparos, con tal de que paren de hacerlo.
-No solo quiero flores, quiero todo lo necesario para la boda de mi hija, y una cantidad de dinero al día, que me pasare, a recoger a la misma hora y sin falta, si quiere que su negocio sea prospero, de lo contrario, diré que la muchacha es mi nuera, incluso lo demostrare con las fotos de boda, y diré que esta a mi cargo, que me pertenece.
Pero no la quiero a mi lado, solo quiero mi dinero, todo en esta vida tiene un precio, y mi boca callada lo merece.
Lágrimas de rabia tragaba Arundhati y de pena Kanira.
Continuara...
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