ASHAALI(CAPITULO CUATRO)




Después, de tres intensos, curiosos y cansados días, de celebraciones, la boda llego a su fin, lágrimas de pena rodaban por las mejillas de Kanira, tenia que dejar atrás su casa, sus padres sus hermanos y todos los recuerdos de su vida.
Su nueva vida, comenzaba lejos de todo lo amado, y la añoranza se le instalo en un huequecito de su corazón.
Sin saber, que solo cambiarían de ciudad, pero no de su trabajo, ni de tener que acatar las ordenes de su marido, si no, mas bien de su susabai(suegra),esta mujer, solo tuvo palabras tiernas durante la ceremonia para con ella, una vez terminada la ceremonia, paso a ser dominante y la persona mas severa, que jamas conoció.
Una vez instalados en una húmeda y apartada habitación, que era toda la vivienda, en la gran ciudad, los recién casados tenían que compartir dicho hogar, con su madre y hermana.
Kanira se caso, sin saber que era el matrimonio, su madre solo le dijo, que el marido pasaba a ser su dueño y que tenia que obedecer a todo lo que quisiera, si no obedecía, podía tomar otra esposa, pasando ella a ser la que tuviera que criar a los hijos de la otra.
Kanira no entendía que era lo que significaba, cuando entre risas, en la ceremonia, escuchaba, que tenia que dormir con su hombre, y esperaba no hacerlo, creía que se solo era su dueño, solo cuando vio, en el apartado rincón de la casa, que su esterilla, se extendía al lado de Fulki, ese extraño poder llamado miedo, la paralizaba.
El, y no es usual, no la tomo como esposa el primer día, le dolía que le huyera cuando simplemente le levantaba la carita para verle los ojos, ojos que denotaban un increíble miedo a lo desconocido.
Aprovechando que el, se fue a trabajar, Lalima,(suegra), le dijo eres tan tonta como bella, aun no has hecho feliz, a tu hombre, Kanira la miro, y bajo su inocencia le pregunto que era eso de hacer feliz...Lalima reía sin compasión, como si todo ser que llega al mundo, nace sabiendo.
Idiota le contesto, solo tienes que dejar que levante tu sari, que diera todo, sin quejarse y sin negarse, Kanira tembló ante la respuesta y ante el cambio de niña a mujer.
Se acordó de cierto chismorreo una tarde que fue a la fuente a por agua, si dejas que toquen entre tus piernas, te crecerá la barriga, pasara un tiempo y después para que se te quite el hinchazon gritaras de dolor.
El miedo se apodero de ella, y rezaba calladamente para que el día no se oscureciera y ese cielo con manto de estrellas llamado noche, no sucediera.


Pero también se acordaba de los gritos, desprecios y lo que le dijeron de que su marido pudiera tomar otra esposa, y en su mente las palabras de su madre le reboto...NO TE NIEGUES,NO PROTESTES SOLO CALLA.
Y Kanira, callo, no negó,y no protesto, solo acato.
continuara...


Continuara...

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