ASHAALI(CAPITULO CINCO)


Cierto día, Fulki, llego pronto a casa le habían despedido, del trabajo y su madre lejos de animarlo y apoyarlo, le llovieron los reproches, el peor que no servía para nada, llevaba meses casados, y aun no tenia un heredero, y que estaba avergonzada de ese mal hijo.


Por supuesto no estaba dispuesta a mantenerlos, decía que su misera pensión era suya, y que no iba a darle de comer a todos, y los hecho de casa, una fría y austera noche de invierno.


Con sus pocas pertenencias, se acobijaron en un maloliente sitio resguardado, y entre gotas de lluvia y lágrimas de Kanira, pasaron la noche mas húmeda de su vida.

Deambulaban, por la ciudad en busca de trabajo, y el trabajaba en lo que le salia, y no le daba lo suficiente para comer una vez al día y mucho menos para los dos, y quería cambiarle ese techo del firmamento por uno con calor y protección.

Ella seguía sus pasos donde el fuera, por miedo a quedarse sola en esa ciudad atestada y mientras el vendía periódicos, ella lo esperaba aun lado de un escalón, escalón de donde no se movió según la petición de Fulki, tanto fue su obedecía que dos días lo espero, allí sentada, sin pensar en que fuera abandonarla como al final hizo.

Fulki no apareció, y solo cuando ya la hambre la envolvía y el frió le arrecia, empezó a llorar, tanto lloraba, que la gente la tomo por una pobre niña loca.


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