ASHAALI (CAPITULO DOS)


Para Kanira permitirse un rato de recreo, era un lujo, y ese lujo constaba en jugar con los animales que tenia en su casa, a veces, y en muy contadas ocasiones, salia a dar un paseo por el campo, le encantaba sentarse y relajar la vista ante la maravilla de la naturaleza, sentir el olor de la tierra y admirar los bellos colores de las flores era para sus sentidos uno de los pocos placeres, que aun no le habían sido prohibidos.

Ese deleite de apreciar, hasta la mas pequeña flor, era para ella el motivo de vivir.

Cierto día, recogió una flor para admirarla en su rinconcito al anochecer,decidiendo cuidarla, hasta que se marchitara, y cuando la flor se dio por vencida, de ella planto una semilla en un viejo bote, con la ilusión de que naciera otra, que hiciera recordar el olor y el color de la que del campo separo.

La SEMILLA, broto y para Kanira se convirtió en su mas preciado tesoro, cuando acababa su largo y cansado día, aun le quedaba fuerzas para hablar y mimar a su flor, para que le siguiera dando semillas, SEMILLAS de ESPERANZA.

No imaginaba el significado, de esa palabra, pero la pronunciaba en voz callada, y su vida no se le terciaba tan triste.

Unos familiares, fueron a visitarlos, y le propuso que Kanira los acompañara al mercado de la ciudad, para ella eso era ver mundo, que nunca había visto.Ver una ciudad abarrotada, sucia y ruidosa,era un regalo que nunca tuvo.

En sus pensamientos e ilusión, la idea de retener lo que pudiera ver, la trastornaba, pensaba que seria de las pocas oportunidades que su vida tendría de ''viajar''.

De su ''viaje'' intento apartar lo malo, el calor, el polvo, la sed, lo que le dolían los pies descalzos y de lo que le quemaba bajo ellos el'' asfalto''.

Todo eso compensaba, cuando en el mercado vio toda clases de cosas vendibles que ella nunca había imaginado, con tierna inocencia observaba todo, frutas, verduras, utensilios de cocina, ropas nuevas y usadas, y hasta sandalia que no sabia que existían, su vista temblaba, jamas imagino que sus pupilas pudieran ver ese festival de colores que observo en un apartado y soleado rincón del bullicio.

Como hipnotizada, sus pies seguían los pasos hacia esa esquina, y según llegaba cerraba los ojos y concentraba , ese olor que le llegaba, cuando llego y los abrió se encontró con una diversidad de flores nunca imaginadas, y de sus ojos lágrimas de emoción le brotaron.

De regreso al apartado pueblo, ese revoloteo que sentía su corazón, parecía que las mariposas que alrededor de las flores que vio se le colaron, y ese cosquilleo tan placentero, se convirtió en su máximo anhelo, y el sueño de vivir rodeada de flores, plantarlas cuidarlas, mimarlas, seria su deseo,el deseo de ser vendedora de flores.

Al confesarle ese sueño, su madre tardo poco en abrirle los ojos.Hija sueña, que es gratis, pero no te relajes hay que trabajar, aquí todos en el pueblo todos trabajamos en el campo, para que comprar flores si la tenemos a la vista y no nos cuesta dinero.

No fueron palabra de desaliento, en su interior, regaba la semilla, esa SEMILLA ,llamada ESPERANZA.


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