Princesa fuí.

Ya desde pequeña, jamas quise o me sentí princesa.

Nunca me pedí ningún vestido de  cenicienta, de bella o de algunas de ellas.

Pero ayer lo fui, sin querer , sin pretenderlo, sin ser mi objetivo.

Estuve de visita en un pueblo de estos encantados, de esta sierra, en la que paso el verano.

Un pueblo con solera, con historia, y de esos tolerantes, donde aun mas allá del paso del tiempo, guarda y cuida esa herencia de culturas.

Donde hubo y hay un castillo, que después fue una  iglesia visigoda y ahora es una mezquita.

 Fue un día de esos que echas un bocadillo  y empiezas a andar a recorrer,sin rumbo, sin prisas.

 Y vas impregnándote de paz, de naturaleza, de aire purismo, de esencia.

Cual no fue mi gran sorpresa, que siendo un monumento estrella del pueblo, se podía visitar gratis...

Estaba solo, silencioso lleno de paz y parecía que estaba para mi en ese momento.

Me sentí princesa ,me reinó el momento y es que hay veces que no hay que buscarlos, si no vivirlos.
Tocar el agua del sahn.

Comí en los escalones de la mezquita,a  la sombra y al divino fresquito.

Regocijándome la vista en los bellos paisajes que tenia enfrente.

Todo en paz, en calma.

En mucha paz.

Mágico día que viví.
En el que princesa me sentí.

Inma_Luna