Como placentera costumbre, mis tardes son dedicadas al café, la charla, el deleite del paisaje, y explorar el entorno.
En todo pongo atención, cualquier palabra me sirve para pensar en como emplearlas en un escrito, en esta mi gran pasión.
No hace mucho tuve la conversacion, que justamente ayer dio la vuelta a muchos pensamientos de aquella anterior charla.
Y es que es sabido que no somos dueños de nada, ni siquiera de las situaciones.
Creemos controlar todo, para acabar ni sabiendo que es el significado de controlar.
Pues en ese dialogo, contaba, los palos que me da la vida, con las personas que ayudo o hago por ellas cosas que nadie haría (incluso mi propia familia), y que no valoran lo hecho y como todo el mundo es egoísta va a lo suyo, y ni siquiera son capaces de dar las gracias, al mínimo como educación.
Seguía contándole, como se me queda dentro no decirles en el momento que me fallan lo que realmente pienso de ellos y lo que se merecen que le digan.
Me decían no te preocupes, todo se pone en su sitio con el tiempo.
Pero es que hay algunas situaciones familiares que llevan mucho tiempo y no le veo el momento, no llamemoslo de venganza, pero si de verdades a la cara.
Y con ellos a veces me veo saturada de verdades no dichas y que desean salir.
La casualidad existe y ayer que cambie de cafetería, estando en la terraza fuera con ese mal habito que he pillado de fumar, cigarro en mano, veo venir de frente a una persona que el año pasado abuso de mi altruismo,
del altruismo de una persona que quiero.
Que daba la casualidad que era la misma persona con la que hablaba.
Y como si fuera una cosa normal, ese abusivo tío, al que le tenia las ganas acumuladas de todo un año, se para a saludarnos, con la única premeditacion y alevosía, de volver a abusar gratuitamente de nosotros, como creyendo que somos tan torpes e inútiles de tropezar otra vez con la misma piedra.
Es muy cierto, que a veces hay que esperar, para que toda la verdad dicha en el momento justo, se la traguen, sin masticarlas y sin digerirla.
Como un gran golpe de esos que te dejan sin respiracion, encajó este energumeno, todo lo que se merecía, no callé nada, y todo lo que guarde dentro salio por si solo, con el gran triunfo de que en su momento el gano la batalla del abuso, pero yo con la mas grande de las satisfaciones le gane la guerra de la verdad.
Pero las personas egoístas y abusivas cuando se ven acorraladas, sacan malas tetras y el acostumbrado a no tener replica, no sabia por donde salirme y escapar de la situación, que gran gustazo personal era verlo agachar la cabeza ante mi y ver que no tenia ni la mínima valentía de hombre de mirarme ni por un minúsculo segundo a la cara.
Clara señal de la falseria que llevaba dentro.
Me regocijo tanto al recordarlo, que ni el mejor de los orgasmos me daría mas placer.
Tan verdadero es que el tiempo da y quita razones, que ayer aprendí a ser mas paciente y que hay cosas que hay que macerar, y no atajarlas en momentos de euforia.
El, que aun cree que habrá mas momentos en que pueda abusar, no sabe que se la tengo preparada esta vez, por que se que día justo, voy a volver a coincidir con él, en un acto, al que va por que solo sirve para aprovecharse de los demás, ahí le volverá a caer otra gran parte de verdades que no espera, y que yo las tengo pensadas, con el objetivo de un escarmiento, ya que puedo ser tonta y buena, pero no GILIPOLLAS.
Mmmm como espero que llegue ese día...
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