Cuanto errores cometemos en la vida, de cuantos nos arrepentimos y de cuantos nos alegramos.
En esos desaciertos, lloras por quien no debes, y ríes, con amistades falsas, banales, pasajeras.
Tropiezas dos veces con la misma piedra, aunque sabes donde está, y aun diciendo nunca mas de este agua beberé, te empujan y caes por una tercera vez... y quien sabe cuantas mas.
Piensas las veces que has perdonado cuando no merecían tu perdón, ni ninguna oportunidad, pero las das.
Cavilas cuantos TE QUIEROS, has callado, que por vergüenza, o miedos se esfumaron como el humo.
O cuando has callado verdades, por no hacer daño, y has preferido tu sufrir, en el silencio.
Esa sensacion que te da acordarte, de haber apoyado y abrazado, a quienes no se merecen ni el roce de tu piel.
Piensas, piensas, piensas...
Y en esos pensamientos, aprendes a vivir disfrutando de pequeñas cosas.
Aprendiendo qué el secreto para no sufrir por lo hecho, es no arrepentirse, cuando las cosas las has hecho con el corazón, aunque a veces el dolor afecte a tu alma.
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