Santa Marta.

Hoy, justo a la hora en que empiece a marchitarse la tarde y el sol se despida perdiéndose tímida y lentamente entre los viejos tejados de nuestra ciudad, tendremos una nueva posibilidad de contemplar a ese Dios que incansable vuelve a salir presuroso a nuestro encuentro para volver a darnos la vida.
Será en San Andrés, donde el tradicional sonido de una lúgubre campana, nos recordará con su tañido que cumplido está el preciso momento en que Cristo camino del sepulcro vuelva a recorrer las calles de Sevilla repartiendo vida y esperanza.
Junto a el, Santa Marta, en esa amargura, en esa pena.
A ella era a quien mi madre me llevaba a ver, desde pequeña cuando los martes sobre las seis, nos montábamos en el autobús, rumbo a la plaza de San Andrés, con la fe de mi madre y las ganas que siempre tenia de verla.
Lastima que sea atea por mucho que a mi madre le pesara, pero para ser sincera ir a verla era la ilusión de mi madre y yo junto a ella,  me quedaba detrás observando a mi madre que siempre, pidiéndole salud con fe, y yo a pesar de mi niñez, siempre vi que por mas que le rezara, le hiciera ofrendas,la salud de mi madre empeoraba, pero era su fe, la tradición que a ella le enseñaron y que me quiso enseñar a mi.
En realidad cuando voy por allí, entro a ver a la santa, pero para recordar tantos momentos que viví, le miro el rostro que da paz y serenidad, a veces siento la necesidad de pedirle por ella, pero no me sale no  tengo la fe de mi madre.
El tiempo pasa, pero no la tradición, los valores, la fe, y a mi vida llego Sara estrella de mi corazón, recuerdo como mi madre la llevo a la Santa, cuando nació para que la conociera, yo fui con ellas.
Pienso que la vida es una rueda que gira, empieza en un punto da el giro y vuelve a empezar.
Yo que de pequeña iba acompañara a mi madre, hoy de mayor vuelvo a acompañar a la pequeña, es decir a Sara, por que a ella la imagen de la Santa le produce lo que a mi madre.
Una sensacion, que le embriaga el corazón.
La fe, la paz o la esperanza, son cosas con las que naces, y a pesar de mi ateísmo, yo siempre estaré, para llevarte Sara, cuando tu abuela no pueda.
Hoy sales en procesión Santa Marta, hoy un lunes santo mas, haces tu carrera oficial, hoy un lunes mas en la vida de mi madre, de mi Sara y en la mía estas.
Inma-Luna.

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