Luna (X).

El calor me despertó, o creo que fue la intuición de estar cerca de mi destino, aunque como pude le pedí al conductor que me avisara cuando llegara cerca mi hotel, me sentía inquieta por si se le olvidaba, cosa que podría ser normal con tantos viajeros.
No me moví mucho, para no despertar al pequeño acurrucado a mi, al mirar por la ventanilla, una explosión de color azul, estallo en mis ojos, era un azul divino, el mar allí era tan intenso, que el blanco de la espuma al romper la ola, hacia un contraste precioso y difícil de no admirar.
Noté, como el conductor llamaba mi atención, por fin mi destino, muy despacito, coloqué al chico en el asiento, me levanté, puse la mano en el hombro de su madre, deseándole suerte, que sé que no me entendió, pero su mirada reflejaba agradecimiento, le metí algunas rupias en la bolsa que llevaba, y ella haciendome un gesto, como diciendo que no, yo le hice otro, haciéndole ver que era para los niños,agacho la cabeza, me tomó de la mano y me coloco una pulsera de bonito colorido, que debía de ser unos de sus tesoros, a pesar  de ser una baratija, para mi, también lo fue, siempre recordare aquel momento.
Me hablaba despacito como intentando que la entendiera, yo solo podía sonreirle, y al bajarme el chico desperto y empezó a llorar, no quería que me fuera, le seque las lágrimas y saque un caramelo de aquella caja que compre en el aeropuerto, se lo metí en la boca uno a cada uno, salí del autobús sin querer mirar atrás, por la pena que me daba, pero antes sus gritos no pude evitar mirar y ahí estaban los dos hermanos llorando, pero a la vez deleitándose con el sabor del azúcar en sus paladares.
El hotel, era nuevo, de lineas modernistas, alternado con colores fríos, que le daban sensacion de amplitud, pero que me chocó, quería sentirme en la India, que era donde estaba y, sin embargo, el hotel me recordaba a  cualquiera de Europa, ya en recepción, me dierón la llave al identificarme, llamaron a un chico, no podía tener mas de catorce años, pero de aspecto casi de veinticinco, y no puede evitar acordarme de mi sobrina, de casi la misma edad, y la diferencia de como criarse y vivir en distintos continentes y las injusticias de la vida, ella como casi todos los niños, tenia sus derechos, incluso de estudiar, y, sin embargo, un niño de ese país a lo único que tenia derecho es a trabajar, y a veces incluso solo para comer una sola vez.
No llevaba mucho equipaje, la verdad quería sentirme parte de allí y pensaba comprarme ropa, el chico se empeñaba en llevarme todo, como cual mula de carga, y la verdad me daba una profunda pena.
Ya en el rellano de mi habitación , al abrirme la puerta con total habilidad, pese a tener las manos ocupadas, me sonrió, y me fije en sus bellas facciones, su color de piel,  y unos ojos tan oscuros que parecían la noche.
Saqué algunas monedas y me las rechazó, me quedé sin reaccionar, cuando se saco del bolsillo de aquel raído pantalón, un mapa, y en una serie de gestos, comprendí ,que quería saber de que país venia, se lo señale, y puso cara de sorpresa y en otra series gestos se señalaba la boca como pidiendome que le hablara.
Le hablé y el me escuchaba con total atención, como quien escuchaba alguna melodía, me sonreía, y yo seguía hablándole, a pesar del cansancio, vi como disfrutaba.
Levantó la mano para despedirse, entre en mi habitación, limpia, y formal, me abandone al sueño y a la necesidad de descansar de tan largo trayecto.
Entre el cambio horario, y los días, no se cuanto dormí, por que no se a que hora llegue, pero unos golpes en la puerta de mi habitación, me despertaron, era el chico, que viendo que no salí para el desayuno, y la comida, se asustó.
Traía un papel, que me dio y cual no fue mi sorpresa, que había traducido la carta de la comidas, horarios de autobuses, trenes, de tiendas donde comprar sin abusar del extranjero, y algunas cosas mas, que creyó que me servirían.
Sonreí y al mirarlo entre gestos y muecas me dijo que lo había hecho por el ordenador, en algún descuido de los de recepción, ahí me di cuenta que google también se usaba en la India.
Volví a intentar darle algunas monedas, cosa que volvió a rechazar, me cogió de las manos, las juntó y me dijo NAMASTE, es decir hola en español y ahí aprendí mi primera palabra, de un país de mas de veintidós lenguas oficiales, varias no oficiales, y demasiados dialectos, tantos como regiones de esa gran India.
Inma-Luna.


7 comentarios:

Inma_Luna dijo...

Dante dijo...
Emocionante, bien Luna, sigue así, el detalle del botones, ha estado genial.

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Angel Sea Blue.

Inma_Luna dijo...

Gracias, me esmero en escribirlo bien.Besitos ah y el loco ya leyo tu comentario,pero no contesta no esta centrado jajajajajaja.Ya sabes es un chulo barato

Inma_Luna dijo...

Papas fritas dijo...
Vaya con los dos capítulos, te enviaré un trailer llenos de patatas fritas y par de huevos.
Vamos, Luna tu eres la mejor.

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Papa Fritas

Inma_Luna dijo...

Papas fritas dijo...
Vaya con los dos capítulos, te enviaré un trailer llenos de patatas fritas y par de huevos.
Vamos, Luna tu eres la mejor.

--
Papa Fritas

Inma_Luna dijo...

VALEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE. BESITOS

Inma_Luna dijo...

Leo ciemba dijo...
Me he divertido mucho con tus dos nuevos capítulos.
Esta en un restaurante, con wifi free y me conecte.
La gente de las mesas me miraban, diciendo vaya con
el loco este.
Besos
Leonardo.

Inma_Luna dijo...

Gracias, pero no me hables de locos que tiemblo, que horror, jajajajajajaja.