Luna V.

Al lunes siguiente me dirigí al trabajo con la tarea de convencer a mi jefe, de mi propio convencimiento.

Siempre fue una tarea fácil, el sabia que mi esfuerzo le daba mucha recompensa, y aunque temía por un lado, por que podía ser costosa mi proposición, solo había que planteársela con firmeza y total seguridad, solo de esa forma, el siempre se arriesgaba a un mas allá, de lo cotidiano y convencional.

Esperé a que llegara, mientras mi pensamiento navegaba a la vez que toda la documentancion que iba cogiendo de aquí y allá, por que si aceptaba, no tenia un plannig y desde luego algo tenia que tener, una idea exacta.

No se el tiempo que llevaba observandome en silencio, mis ideas ocupaban tiempo y espacio y en tono algo risueño, dijo...

-Si te ordené que descansaras, y tu cara denota todo lo contrario, como tienes las pilas cargadas, siendo el primer día de la semana, y lo peor no son ni las nueve de la mañana?-.

-Fácil jefe, tengo la solución y es de esas que matas, dos pájaros de un tiro, peyorativamente hablando claro.

-Expliquese señorita...

Rápido y sencillo, querías un buen reportaje, y yo necesito un tiempo, que tal, si me pagas un viaje a la India, yo desconecto y tu tienes lo que querías, algo simple y que llegue a la gente.

Cuando llegue aquí y me hiciste la entrevista para el puesto de trabajo, en lo primero que me fije jefe, era en la foto de Ghandi que tienes en tu mesa, por que no hacer algo, escribir algo de él, por mucho que ha pasado el tiempo siempre es un hombre venerado, quizás aquí en occidente no mucho, pero seguro que mucho mas, en la tierra donde vivió y por la que luchó.

-Luna, de él esta todo escrito...

O quizás no, si no voy y lo intento no lo sabremos no crees?.

Inma_Luna.

Continuará...