Siempre hay una salida IV.

Mi contestación, fue rápida y concisa.
-Me da igual, quiero vivirlos contigo.
Ella me miro sorprendida.
-Si son dos meses, quiero que tus ojos me vean, ahí, para lo que necesites, por que yo te necesito a ti.
-No necesito pena Nico - me contesto.
Estas palabras me fluyen de muy dentro, quizás de la posición mas elevada de mi ser, es decir mi ALMA.
Ella empezó a bromear, como siempre, las bromas era su forma de escapar al dolor.
Pero se puso firme y seria para decirme:
-Creo que no me has entendido, me voy a morir, no por que lo diga yo, si no los médicos, acaso crees que quiero?.
Lo que yo si quería era estar con ella, y se lo volví a repetir.
Ella me contó que no estaba hecha, para ser amada.
-Tuve un novio, muy inhumano, me engaño varios años de mi vida, traiciono mi amor, mi ser y lo peor mi confianza, tenia a otra llamemosla amante, y le contaba todas mis intimidades mas todo lo que  le apetecía, se burlaban de mi.
Si una crueldad de un hombre, sin escrúpulos un acomplejado, que haciendo daño, se le olvidaba lo mediocre y barriobajero que es.
Se que eso a ella le dolió más que la propia enfermedad y enterarse tan joven, de lo que padecía e incluso del anuncio, de su muerte anunciada.
-No soy él, no soy como él, ni quisiera serlo, dame una oportunidad y después sopesa.
-No tengo que ofrecerte Nico, mirame que te puedo dar?, no estoy guapa, ni sana, no tengo pelo, apenas puedo andar, no se que has visto en mi.
-Tu valentía, tu alegría, tu humanidad, tus ojos, tu sonrisa, tu ser.
-Eso me puedes dar.
-Estas peor que yo Nico.
-Si esto es locura, estoy encantado de estar loco por ti.
-No me hagas esto Nico.
-Piensatelo, volveré el próximo viernes, te llamare cuando llegue.
Te quiero Angela.
Y así cerré la puerta, sorprendido de haberle dicho todo, sin timidez, mi corazón, así lo pidió y mi razón más.
Continuará...

No hay comentarios: