Quizás Elba, quizás yo.


Hay veces, momentos, días, que te planteas un cambio, y no es por que no aceptes lo que eres, si no mas bien, por que en situaciones y por muy bien que actúes, siempre acaba saliéndote mal el asunto.
No importa el empeño, ni el trabajo, ni que los sentimientos sean tus aliados, mas bien a veces dichos sentimientos se vuelven en tu contra, para mostrarte demasiado vulnerable, con las cosas que realmente te interesan, y por ello mas duro te golpea la vida.
En consejos regalados de personas que me aprecian, y basados en una especie de gran protección, por mi forma de ser, y mas aun no escarmiente, y aun los piense y aun me arrepienta de no llevarlos a cabo, no puedo evitar expresarme aquí , como soy .lo que siento.
Quizás a veces esto pueda ser mi diario personal no secreto y abierto, un diario libre, como lo soy yo ,cuando aquí plasmo algo, aunque duela, aunque disfrute.
Y si hoy tuviera que escribir como si esto fuera una pagina de un diario, empezaría así:
Hoy martes, veinticuatro de agosto, día caluroso, como corresponde, aquí sentada, bajo el fresquito del ventilador, que tengo por encima de mi cabeza, queriendo sacar de mi algo que me impide respirar bien.
Y me identifico y tanto, como el protagonista de una película, que me ha marcado, con la que he reido, con la que he llorado, creo que sintió el mismo dolor, y costosa respiracion, cuando perdió a su amor, como a mi me pasó, suerte que el encontró el alivio, y yo se que jamas correré la misma suerte, si ,era una película, vale, pero también era yo.
Quizás sea angustia, quizás sea ansiedad, congoja, desconsuelo, al sentir que me encuentro de medio de una nada.
Una nada, que me mortifica, que me condena a pensar continuamente, que los humanos erramos una y otra y otra y otra vez, y que el escarmiento, no es suficiente para volver a recaer.
Pienso siempre que soy la protagonista, de cualquier libro que he leído, es mas a veces cuando los leos soy yo.
Y del que me acuerdo, exactamente hoy, es de aquel de una novela romántica, de esas de tapas de color pastel y de las que te empachas de tanto amor bonito, para descubrir al acabarla, que el amor es dulce, sí, como amargo.
Elba era una chica, que pensaba que no existían los imposibles, cuando si todo lo que hacías, lo hacías con el corazón, y si no guardabas los sentimientos y los mostrabas, todo era mas fácil, y tenias el terreno conquistado.
La movía ese pensamiento, eso de sentir se convirtió en la base de su vida, cuando conoció el amor, pero claro, por amor cometió fallos, que se volvieron imperdonables.
Mas allá, cuando se sintió, lo suficientemente renacida, a pesar de lo sufrida que se volvió, quizo volver, con palabras de amor, con sentimientos a flor de piel, con lágrimas de perdón, era tan grande lo que sentía, que creía, que todo podría ser.
Paso días, convencida en su empeño, demostralo con tesón, era su gran razón.
Pero dejo atrás o mas bien no pensó, que existen cambios con lo que ella no contó.
Se descubrió en medio de algo, de alguien, tuvo exactamente esa sensacion de estar en medio una vez mas, de otra relacion paralela, como la vez anterior.
Como un naufrago, que llega a una isla perdida, y que no tiene mas remedio, que supervivír, y encontrar allí, todo medio para la subsitencia, y como el ser humano cuando quiere ,se adapta, formas a ser parte de esa isla, he incluso amarla y dar las gracias por haber llegado allí, sin pensar que un día, un barco lo rescata y vuelve al lugar al que pertenecía, y estando de nuevo con lo suyo no deja de pensar, en aquella isla, en lo que sufrió, en lo que aprendió, y la parte de su ser que anhela, lo que en una urbe no tiene.
Y ya nunca ese naufrago, que vuelve a ser ciudadano, se encuentra bien, por que anhela la isla y allí ,anhela su ciudad. Aceptando a que ya no se siente de ningún lugar, de ningún espacio, de ningún tiempo.
Así se sintió Elba, de ningún lugar, por que la capital de su sitio reside en su corazón, y al sentirlo desterrado, sus latidos dejan de tener una razón.
Quizás Elba tenia que haber escuchado aquellas palabras, que le dijo, de por quien sentía, y que ella tardo algunos días de darle el suficiente significado, y haber pensado, que si te dicen...
-Yo ya no soy el que era, ya no estoy enamorado de ti, no pedí olvidarte, solo te olvide, no dije tiempo ven y haz que la olvide, si no que el tiempo solo y sin pedirlo lo hizo.
Esas palabras, tenía que haberlas escuchado realmente, como se las dijeron y no como ella las interpreto.
Así que, querido diario, hoy este libro me vino al recuerdo, tanto como Elba, y tanto como ella se sintió, para dejarme en legado, solo una moraleja.
A veces solo hay que escuchar, no tapar tus oídos, ni bloquearlos con ningún latido.
Elba, quizás desapareció, o vivió en el olvido y si pudiera encontrarla ,solo le preguntaría, si las almas estúpidas y sentidas, que sueñan con el amor, algún día tendrán el derecho a olvidar, mas cuando te dicen, que ya por ti no sienten nada, ni tampoco te dicen por no hacerte daño la verdad, de que no te quieren ni te dan la oportunidad, por que ,el que, olvidó, otra ilusión encontró.
Inma_Luna.
(Dedicado a todas las Elbas, y especialmente a Carla, que es quien, me ha pedido que lo escribiera a mi forma, un beso).

1 comentario:

Javi dijo...

Otra pequeña hoja de tu diario publico, en el que nos haces sentir la realidad.
Guiarse por el corazón y no por la razón, a veces hace daño, pero te hace sentir vivo.
Si una persona ama de corazón, solo vive por y para amar lo que le dicta, si el corazón olvida, solo quedan recuerdos en la razón, pero no sentimientos.
Cuando no habla el corazón, el ser humano comete errores. Solo lo que dice el corazón que es el motor del sentimiento, es capaz de mostrar lo que realmente se siente.