Lo hay.


Cuando una fuerza misteriosa, extraña la cual no sabes explicar,sucede una y otra vez, te da por pensar que eso es el destino, por que aunque escapes de el, te vuelve ha encontrar.
A veces te compensa, a veces te desespera, pero de tu camino no hay otro dueño, que no sea el.
Quizás no lo veas, quizás no lo aceptes, pero esta.
Tiene su propia fuerza, bases y condiciones, por ello condena tus emociones.
Grandes ápices de inexplicaciones, pero guia tus sensaciones.
Por ello es mejor hacerse amigo de él, por que ayuda a quien lo acepta y arrastra a quienes se resisten.
Hay personas creyentes de religiones y de Dioses inexistentes, y hay personas que creén en él destino, mas que nada por que desde que naces, te marca el camino.
Está y estará por ello, lo debes aceptar.
Todos estamos matriculados en la escuela de la vida, donde el maestro es el tiempo, y el director el destino.

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