Soledad.(capitulo tres).

Y...llego el amor, como llegan casi todas las cosas en la vida, y si no era amor era lo mas parecido, que puedo pensar, ante lo que sentía ante latidos especiales en mi corazón.
Un amor de juventud, fue mi primer amor, o al menos lo mas parecido al primer amor.
Llego el, alto, moreno, rebelde con causa, pero causa imposible.
Recuerdo, que apareció arrasando, con un lenguaje culto, pese haberse criado y crecido en las calles, y aun así, era bastante culto e inteligente y no por la avidez que se aprende por esos lares, si no por que era un gran amante de las palabras, de los libros, y era un artista con los lapices, para el regalarte un dibujo era como regalarte parte de su corazón.
Pero vivía atormentado en una especie de pensamiento único y frustrante, y que jamas por soluciones que pensara iban a ser eficaces.
El mundo no tiene arreglo, Ferran, si que lo tiene nineta, y ahí nos pasábamos horas hablando de lo que se podría hacer y lo que no, hablando de los seres humanos y los políticos, que ya se sabe es para echarle de comer aparte.
Decía ser un solitario y por ello congeniamos de aquel modo, en el que con el tiempo, nos hicimos complices y la confianza que existía, era extrema y agradable.
Te voy a adoptar como hermana me decía, el siempre quería una familia, ya que la única que tenia era poca, y el que mas amaba se murió su gran abuelo y padre, aun recuerdo como me hablaba de el y lo que le enseñaba pese a haber huido a otro país, por la persecución de su propio padre, ante el maltrato a el y a su madre.
Me fascinaba todas las palabras que me enseñaba y lo que yo aun siendo algo mayor que el, aprendía.
Nunca olvidare el día que me invito a comer, me iba a preparar un plato de arroz, con su receta particular y recuerdo como estaba de nervioso y que espectacion tenia por que llegara el día.
Y cuando llego el mencionado día, recuerdo que me llamo para que no fuera, y ante mi extrañeza acudí, y no olvidare lo que encontré tras la puerta.
Sì, en ese afán de hacer lo que casi nadie hace, fue en defensa de una chica que golpeaban, para recibirlos todos el.
Se me cayó el alma al suelo, al verlo en ese estado, casi toda su piel morada, su divina boca aun sangraba, un ojo cerrado, y la mano en su costado, de lo que le dolía la costilla, que le fracturaron.
Pero nada de eso le dolía tanto, como el dolor psíquico por no poder quitar ,esas cosas del mundo que el soñaba.
Sufrió y se dio cuenta, de lo que yo sentía de verlo así, y aun así intentaba hacerme reír, para prometerme, que no haría mas cosas así, cosa que nunca cumplió.
No olvidare, como al intentar curarle las heridas, el me decia:
-Nineta, no llores la chica a la que defendi, podías a ver sido tu, o tu hermana, o mi prima, lo hice si, y no me arrepiento por mas dolores que tenga.
-Para mi , la mujer representa, la fuente de la vida, nací de una mujer, y para mi la mujer es sagrada.
Yo le decía que lo entendía, pero que podía haber buscado ayuda, y mas lágrimas se me derramaban, al ver su cuerpo en aquel estado.
Y una vez mas me dijo:
-Nineta, en mi soledad, has aparecido, y estoy orgulloso de que seas así, y ya no quiero que seas mi hermana. Te quiero si, pero no de la forma que crees, sino que me he enamorado.
Poco a poco, en silencio y con las palabras retornando en mi cabeza, fui curándolo, escuchándolo, entendiéndolo, desnudándolo...y así me di cuenta, que era la primera vez que tenia un cuerpo masculino, desnudo ante mi, me pareció tan bello y mágico, que todo mi ser paso , a ser de una esmerada enfermera, a una mujer con la llama de la pasión encendida.
Su piel en mis manos, su calor, su sabor, y el encanto del amor en todo su esplendor se acobijo en mi alma, y deje de ser Soledad para ser Afortunada.
Continuara...

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