UNO PARA EL OTRO, EL OTRO PARA EL UNO.(CAPITULO TRES).


Que injusticia, somos niños, no animales en cautividad, no es justo ni bueno para nuestro crecimiento, que no nos dejen salir, que nos quiten la consola y todo para jugar.-decía Miguelito.

-Va a ser, por que nos las hemos buscado.-dijo,Juanito.

-Bueno al menos estamos juntos, algo podemos hacer.

-Pues no se chico, no tenemos ni el mechero, nadaaa.

Pues la imaginacion debe servir para algo más que para las trastadas que inventas ¿no?¿Miguelito?, ¿y que nos cuesta esto no?.

-Bobadas, colegí, bobadas.

-Voy a intentar apelar un poco a la pena, pondré cara de niño bueno y a ver si convenzo a mi padre...

-Tu padre es mayor, no tonto, acaso no sabe el bicho que tiene por hijo?-decia Juanito.

-Shhh calla a ver que pasa...

-Lo ves, baja mi padre a dicho que salgamos al jardín, eso si sin cojer la bici, dejando en paz a Can(su perro), es al máximo acuerdo al que he llegado. Algo es algo...

A lo que el padre de vez en cuando vigilaba, y se le ocurrió una idea.

Fue al garaje y busco la caja de su infancia, y como cual tesoro bajo su brazo fue a los niños, diciéndole...

-Aquí estan las cosas con las que yo he sido muy feliz de niño.

Los chicos miraron curiosos, y lo que vieron no lo entendieron.

-Bah, padre ahí, no hay nada divertido, como que no...mirad.

Son canicas, y se juega así, el pobre padre les explicaba, a Miguelito ni fu ni fa, pero Juanito, le llamo la atención la belleza de algunas, los colores.

-Vale, vale padre no mola...

-Bien, le contesto, esto es una peonza se le enreda esta cuerda alrededor, se suelta y se hace bailar.

Cariño, mejor que no le dijo la madre, mira que tiene la punta y es capaz de tirarla contar los cristales...de acuerdo cariño esto tampoco.

El pobre padre, ya casi sin saber, saco chapas, pero estaban deterioradas del tiempo, a lo que la mujer, le dijo mejor que no la toquen...

Vale solo le diré como se jugaba no dejare que las toquen tranquila.

Pero a Miguelito, fue lo que mas le gusto, de esa caja anticuada.

-Mmm, chicos tiro la toalla, haced lo que queráis, sin salir del jardín.

Miguelito espero que su padre, se fuera para decir...a dicho que juguemos a lo que queramos, así que... vamos Juanito a jugar a las chapas.

-Pero ha dicho que no las toquemos que están mal.

-Si pero yo se donde las hay, que están bien.

-Han dicho que no podemos salir, amigo, no podemos ira ningún bar a pedirlas.

-Tu sigueme, ya veras...

Abrió el frigorífico, y todas las botellas que tenían chapas todas las abrió.

-Ves colegí, chapas sin salir de casa...

-Otra vez no la vamos a cargar...-dijo Juanito.

No creo... fue mi padre quien nos enseño las chapas no?...

(continuara...).





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