ASHAALI (CAPITULO VEINTINUEVE).


Kanira, llamo a la puerta de la casa de Arundhati. La sorpresa fue tan inesperada, como toda la gente que la acompañaba.

Sabal, al oír esa voz cálida, que era la melodía de sus sentidos, a grandes saltos llego a la entrada, para coger en un fuerte abrazo todo el cuerpo de ella, apretándola contra si, para impregnarse de toda la esencia de la muchacha.

-Arundhati-dijo Kanira, abranzandola, ya me tienes de vueltas a tu lado a veces la justicia es cuestión de tiempo, aunque luchar contra la impaciencia a veces es ardua tarea, pero parece ser que me premio.

Vengo con mi ayee, mi cuñada su amado y Fulki al que ya conoces, no de la manera que debieras, pero te demostrara, que no es lo que te pareció.

La vieja, volvió a sus andadas y volvió a echarnos de ese palacio inundado de mal.

-Aquí sois bienvenidos todos, es pequeña esta casa, pero esta para lo que la necesitéis.

-Gracias se oyó al unisono.

-Hija, pienso volver pronto al pueblo ya sabes lo que deje atrás, pero volveré todas las veces que pueda, y espero que hagas lo mismo.

A lo que Arundhati dijo:

-Siempre que vengas, sera tu casa.

-Gracias buena mujer, nunca podre agradecerte lo suficiente lo que has hecho por mi hija.

-No hay nada que agradecer, todo lo que le he podido dar, ella me lo a devuelto triplicado, y vivir con el gran cariño que me regala no tiene agradecimientos suficientes.

Sabal, estrecho la mano de Fulki, al haberse enterado de la intención de libertad, con el acuerdo que llego con la joven.

Kanira bajo tanta emoción, hizo una petición...

-Arundhati podrías preparar y disponer otra boda ya que tienes experiencia..

La anciana sonriendo contesto...

-Estoy aquí, para ver vuestra felicidad y si me rodea y me inunda no puedo pedir mas.

-Muchacha ya me diras como y cuando, y juntas haremos lo que podamos, y las flores y adornos pues ya sabemos quien se encargara no?...

-Quisieramos pronto, el amor a veces es impaciente.

-Se hará pronto no lo dudes, otro beso de cariño que la anciana recibió.

Ya en la comida reian y disfrutaban, pensando en preparativos y la ayee de Kanira veía un hogar humilde, pero rico lo mas posible cuando se inunda de cariño.

Para Arundhati, tener tanta gente en casa, era una bendición.

Para Kanira era la mejor situación.

Fulki, reflejaba dolor al pensar en su madre, pero ella fue quien corto la relación.

La futura pareja ,desbordaba alegría, y una devota pasión.

La ayee de Kanira junto a Arundhati, parecían dos felices futuras abuelas llena de emoción.

Y para Sabal, que aun no creía tener cerca a su amada, la abrazaba, cayendo en un profundo sueño, despues de los agrios acontecimientos, para un mayor alivio, lo mejor que podía pasar ante todo lo sucedido.

Cuando Kanira cogió la mano de el, para llevarla a su vientre para que sintiera los movimientos del pequeño y por fin poder compartir ese milagro futuro de vida, juntos, sintió tanta felicidad, que nada mas pedía.


Semillas crecen, cuando se riegan con amor.






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