ASHAALI(CAPITULO SIETE).




Las hora, para la niña se le hacían días, y le pesaban tanto las lágrimas como el hambre.



Solo a los dos días, y ante la insistencia de una anciana que la observaba, desde que llego, y a la cual la dulce y triste carita de Kanira la conmovió, se levanto del escalón que fue su hogar tantos largosss minutos.



Arundhati, consiguió que Kanira caminara con ella, en dirección a un puesto que de no estar pendiente mirando en todos los rincones, por si llegaba el, y le reprochara por desobedecerlo, se hubiera dado cuenta de que el rincón ya le era familiar.



Su angustia tubo un momento de sosiego, según llegaba al rincón, y ante sus ojos la explosión del color y el olor, le calmaron, hasta el hambre, el sueño y el dolor.



La anciana le ofreció un bhakri, pan que le supo a gloria ante la maravillosa vista que delante tenia.


Admiraba cada pétalo, cada flor, cada ramo, y la forma que Arundhati trenzaba cada guirnalda,(guirnalda que se compra o se regala según, para bendiciones), atentamente retenía cada detalle, cada palabra que la anciana le decía.


Pronto vio Arundhati, lo que la niña de la mirada triste pero con fondo de ilusion, amaba las flores, tanto como a la vida.


Para ella esa pobre niña que lloraba en aquel escalón fue una bendición, era como la hija que nunca pudo tener, nunca se caso, se quedo solo y únicamente para cuidar de sus familiares, y para cuando estos ya fallecieron, la vida de Arundhati fue de una soledad infinita.


Y solo mirando la inocencia de Kanira sintió la suya propia pese a la edad, y la pasada vida que nunca pudo disfrutar, se relajaba ante la idea de que su vejez no reinaría la soledad, la necesitaba tanto, como Kanira a ella, se sentía tan agraciada que a la niña toda su confianza le legaba.


continuara...

No hay comentarios: