Luna IV.

Lo que parecía que iba a ser una jornada de despeje y descanso, aconsejado por mi jefe, pasó a ser una tortura más, para esta castigada mente y sobre todo para mi débil corazón, ese corazón que hacia poco vibraba de amor, y rugía como un temido león, ante cualquier injusticia, no era ahora otra cosa que una bola encogida en mi pecho, a la que moverse para latir le costaba un sobre esfuerzo, que me agotaba.
Sonaba el teléfono de mi casa, como cada viernes se le triplicaba su actividad, eran mis amigas que llamaban para cenar  o tomar unas copas y contarnos que tal la larga semana, la verdad yo no estaba para nada, aunque me diera una tremenda pena, no atenderlas, pero francamente las conocía, estaban aconstumbradas a que yo fuera quien las animara, quien fuera el alma de la fiesta, pero mi espíritu estaba tan por los suelos, como mi moral, esa que nunca hubo manera de bajarla, ahora estaba mucho mas que baja.
Encendí incienso y mire a uno  de tantos Budas como tengo en mi colección, mi pasión, me senté frente a él, obrsevandolo ante la luz de las velas que ya hube puesto.
Me sentía extraña estar sentada en posición de loto, estando callada, se supone que esa practica es para meditar, pero mi práctica no es otra que hablarle al pobre Buda que de ser humano, más de una vez, hubiera salido corriendo, era mi forma de desahogarme, de relajarme, pero esta vez, ni podía,  ni de mi boca palabras salían.
Pero abandonado todo a la llama de la vela, como queriendo purificar algo, no se que exactamente, para que se me fuera el dolor, el malestar, la amargura y mirando a ese Buda paciente que parecía que me observaba, me vino una frase a la mente de Ghandi.
''La diferencia entre lo que podemos hacer y lo que hacemos, supondría un cambio en el mundo''.
Al meditarla creo que encontré una  especie de vía de escape, que tal Luna si dieras ese cambio, viajando?.
Por que no ir al lugar donde las frases tienen sentido, donde la gente al ser pobre, es humilde a la vez, por que no ver, sentir y vivir, algo tan diferente a tus costumbres.
Mientras ponía en orden todas estas ideas, en esta pensante cabeza, recordé otra frase de Ghandi...
''No hay camino hacia la paz, la paz es el camino''. 
Quizás mi camino para obtener esa paz, o esa paz en forma de camino, tenia que encontrarla, en un lugar, donde siempre soñe ir.
Inma-Luna.
Continuará...

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