Siempre hay una salida VI, FINAL.

Mi familia la quería mucho y cuando anuncie, lo que quería con Ángela, mi padre y hasta mi hermano pusieron el grito  en el cielo, me decían, que era una chica enferma, que futuro tendría.
Yo solo sabia que mi futuro y el mas inmediato, estaba con ella.
Mi madre que es una romántica perdida, me ofreció todo su apoyo y ayuda.
Para mi madre Ángela era como la hija que nunca tuvo, y me decía que no me preocupara, que ella me ayudaria a cuidarla y que solo quería que fuesemos felices el tiempo que fuera.
Incluso había noches que veía a mi madre rezarle a la virgencita pequeñita, que heredo de su bisabuela, para que ella se pusiera bien.
Todo esto que aquí he contado, paso hace casi tres años.
Ángela se recupero, no lo suficiente para vivir en condiciones, tenia algunas que otras limitaciones, pero era una luchadora, y en lo que nunca escatimo, era en demostrarme lo que es el amor.
No quería estar conmigo desde un principio, no quería que sufriera, lo que estaba destinado solo para ella.
Hay personas de mi entorno, que nunca comprendieron  nuestra relación, pero a mi no me importaba nunca he sido más feliz y libre, desde que ella me acepto.
No quería hacer planes a largo plazo, por eso nada en nosotros era planificado, y si llegaba un viernes, me esperaba con una mochila preparada y las ganas de irnos a la playa, daba igual que fuera verano o invierno, era una delicia, pasear por la playa lloviendo, o verla  bañarse y disfrutar como una niña.
Vivíamos los fines de semana, sin horarios, comíamos a la hora que teníamos hambre, íbamos donde queríamos, bailábamos libre y alocadamente, no había nada fijado y solo teníamos derecho a la libertad, y vivir así, todo lo que pudiéramos.
Solo se entristecía, cuando aparecía su exnovio, solo para saber, si lo había  olvidado, el ego de ese imbécil era impensable, para nada le importaba su salud, ni nada de ella.
Pero de nuevo, salia al frente con una situación más y tiraba para adelante, con más fuerza y más ganas.
A día de hoy, estamos juntos, con el único plan digamos confirmado, de nuestra boda en el próximo verano, y la ilusión de la adopción de un niño.
El amor, no tiene formas, ni razas, ni religiones, ni impedimentos, por que cuando es AMOR, nada importa más, que lo que siente el corazón.
SIEMPRE HAY UNA SALIDA, POR MAS OSCURA QUE SE TE PONGAN LOS DÍAS.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Historias como esta demuestran q el amor si es verdadero y puro no hay nada q lo pueda impedir, ni siquiera una enfermedad asi q me alegro por ellos y solo decir q sean muy felices junto con el niño q vayan a adoptar porque se lo merecen.
JD.